Aquí estoy yo, otro amanecer, otro nuevo día y parece que estoy peor que el otro. Ojeras que se marcan cada vez más, profundas como ningunas otras. Noches en vela, suspirando, haciéndole preguntas a la luna. Las lágrimas llevan días sin salir. Se esconden por tanta tristeza. Esta noche llueve, las gotas caen sobre mi piel y parece que me queman. Alguien las está tirando desde ahí arriba con furia. Es inútil esconderme, ya estoy empapada. Rezo para que este agua me limpie, se lleve mi dolor pero está demasiado clavado y no se va. Camino despacio, mirando luces y escaparates. A lo lejos pasa un coche. Una pareja, feliz, riéndose. Sigo caminando. No sé a dónde voy, sólo sé que lo que busco no está aquí.Mi alma perdida sigue escondida. Ahora sé que he partido en su búsqueda.
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